¿Tu cierre no entra por el aro del colgante? No lo fuerces: mira este truco y lo llevas puesto en 1 minuto.
Introducción
Pasa a menudo: el cierre del collar no entra por el aro del colgante. Forzarlo deforma el metal, afea el acabado y puede romper la pieza. La solución elegante es añadir una anilla intermedia y abrirla en torsión para que la cadena se acople sin que el cierre tenga que atravesar ese aro pequeño. Es rápido, reversible y no deja marcas si se hace bien.
Qué verás en el vídeo
Mostramos un colgante de perla con aro pequeño y una cadena cuyo cierre no entra. Añadimos una anilla intermedia, la abrimos en torsión, la colocamos en el aro del colgante y cerramos de nuevo. Al abrochar la cadena, el colgante queda montado sin forzar. También mencionamos alternativas cuando ninguno de los extremos de la cadena pasa por el aro.
Por qué funciona la anilla intermedia
El problema no es la cadena, es el volumen del cierre respecto al diámetro del aro del colgante. La anilla intermedia crea un punto de acople fuera de ese aro estrecho; así el cierre se engancha a la anilla, no al aro del colgante, y todo queda centrado y seguro.
Cómo hacerlo sin complicaciones
Trabaja sobre un paño suave. Sostén la anilla con dos alicates o con los dedos protegidos y ábrela en torsión, girando apenas un milímetro, nunca separando las puntas hacia fuera. Introduce la anilla por el aro del colgante y devuelve la torsión para cerrar, asegurando que los extremos se tocan sin dejar luz. Abrocha la cadena al nuevo punto de anclaje y desliza hasta centrar la pieza.
Alternativas rápidas si tu cadena es “especial”
Si uno de los extremos de la cadena es más fino, pásalo por el aro del colgante y abrocha normalmente. Si ambos extremos son voluminosos, usa un split ring mini (tipo llavero) como anilla intermedia, o una guía con hilo dental/nylon para “arrastrar” un eslabón a través del aro sin abrir nada. En colgantes con aro diminuto o soldado, la solución profesional es cambiar el bail por uno de mayor diámetro.
Consejos de cuidado y acabados
Protege el chapado con un paño o cinta para evitar microarañazos. Abre y cierra siempre en torsión para no deformar la circunferencia. Comprueba que la anilla queda perfectamente cerrada; si ves hueco, ajústala, porque por ahí se pueden escapar colgante o cadena. Limpia huellas al final para que el brillo quede uniforme.
Preguntas frecuentes
¿Se nota la anilla intermedia? Con calibre fino queda discreta y el colgante cae recto.
¿Puedo quitarlo después? Sí; invierte la torsión o retira el split ring y vuelves al estado original.
¿Marca el metal? No, si usas paño de protección y no aprietas con herramientas dentadas.
¿Y si el colgante pesa mucho? Elige anilla intermedia acorde al peso y revisa cada cierto tiempo.